Los actores y actrices más famosos del mundo del celuloide no nacieron siendo actores y para pagarse los estudios de interpretación o para sobrevivir mientras iban de casting en casting tuvieron que trabajar de las cosas más variopintas que puedas imaginar.
El talentoso Johnny Depp parece ser que también tenía talento para el marketing, ya que trabajaba vendiendo bolígrafos por teléfono. El trabajo más típico para los niños en las películas americanas, repartidor de periódicos, fue el trabajo de Tom Cruise y Bill Murray vendía castañas en una tienda de ultramarinos.
Y porque a nadie se le caen los anillos por limpiar, Miley Cyrus limpiaba baños, igual que Jim Carrey, Brad Pitt limpiaba piscinas y Susan Sarandon limpiaba departamentos. Otro que también trabajó limpiando, aunque algo un poco más peligroso, fue Silvestre Stallone, que limpiaba la jaula de los leones en un zoo. Stallone aparte de ese peligroso trabajo, también tuvo otro trabajo un poco más placentero y es que fue actor porno. Aquí tenéis la portada de la película:
Woopi Golber y Sean Connery se llevan el premio al trabajo más raro, ya que Woopi Goldberg maquillaba cadáveres y Sean Conery pulía y abrillantaba ataúdes. 
Nuestro querido Paco Rabal y Harrison Ford se dedicaron a los oficios, el primero fue electricista y el segundo era y es carpintero, aunque ahora es puro hobby. Demi Moore siempre ha manejado grandes cantidades de dinero, ya que antes de ser actriz era cobradora de morosos. George Clooney cortaba tabaco en Kentucky por 3$ la hora. 
EL prestigioso actor Al Pacino confesó que llegó a prostituirse por un techo donde dormir, y es que cuando fue a USA a perseguir su sueño, vivía en una casa de una señora que le daba alojamiento y comida a cambio de favores sexuales. Javier Bardem también trabajó una vez de stripper y es que, estaba en un bar con unos amigos hizo un “show” de broma para ellos y el dueño le vio y le contrato para el día siguiente, pero resulto ser tan malo que solo duró esa actuación.
En el apartado mas cómico de las profesiones esta Brad Pitt que, aparte de limpiar piscinas, también trabajó repartiendo publicidad de un restaurante mexicano disfrazado de pollo gigante. Dennis Quaid animaba fiestas en un parque infantil disfrazado de payaso y Robin Williams hacía de mimo por las calles de su ciudad.
En el ámbito circense había unos cuantos futuros actores, Hugh Jackman era payaso, Christopher Walken se encargaba de entrenar a los leones y Patrick Dempsey era malabarista.
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